Osteopatía pediátrica
Su cuerpo debe adaptarse al canal del parto para salir al exterior y su cráneo se verá sometido a grandes compresiones que lo deformarán. Estas deformidades en algunas ocasiones se corrigen de forma espontánea pero en otras ocasiones requieren de la ayuda de un osteópata.
Los huesos del cráneo del bebé son muy blanditos y de igual manera que se pueden deformar en el parto o por permanecer mucho tiempo en la misma posición, podemos moldearlo y corregirlo con técnicas osteopáticas antes de que se cierren las fontanelas, por los que es fundamental empezar el tratamiento en los primeros días de vida para conseguir los mejores resultados.
¿Cuándo acudir a un osteópata pediátrico?
Nosotros siempre os recomendamos realizar una valoración a los 15 días del parto aproximadamente para descartar cualquier deformidad o disfunción.
Existen casos en los que es particularmente recomendable acudir a una valoración osteopática:
- Parto instrumental : ventosa, fórceps…
- Partos difíciles con fase expulsiva prolongada.
- Parto múltiple.
- Bebés prematuros.
Si el bebé presenta síntomas tales como irritabilidad, llanto desconsolado, se encoge, se pone rojo, se pone tieso, alteración del sueño, dificultad para la succión, le cuesta mirar hacia un lado, malas digestiones, dolor, gases, aplanamiento o abultamiento de la cabeza.
¿En qué puede ayudaros la osteopatía pediátrica?
Desde la osteopatía trabajamos todas las lesiones producidas pre, durante y en el postparto. ¿Cuáles son algunas de esas lesiones?
- Deformidades craneales: plagiocefalia, braquiocefalia, dolicocefalia.
- Obstrucción del lagrimal.
- Tortícolis.
- Problemas digestivos: cólico del lactante, estreñimiento, reflujo gastroesofágico.
- Displasia de cadera.
- Parálisis braquial obstétrica.
- Problemas de succión y alteraciones de la mandíbula que le pueden dificultar la lactancia materna.
- Tensión dural.
- Retraso psicomotor.
¿Cómo son las sesiones de osteopatía pediátrica?
En una primera sesión realizamos una historia clínica completa para recopilar información importante sobre cómo ha sido el parto, si ha sido instrumental, si ha sido a término, si ha habido alguna complicación, que tal ha sido el embarazo, la valoración neonatal, síntomas del bebé…
Posteriormente realizamos una valoración exhaustiva del bebé: reflejos, movilidad , exploración craneal, exploración visceral, búsqueda de tensiones…
Una vez realizada la valoración procedemos a tratarlo con técnicas suaves, indoloras y seguras para el bebé, en muchas ocasiones los bebés llegan a relajarse de tal manera que se duermen.
Los padres están en todo momento dentro de las sesiones para participar de manera activa en el tratamiento del bebé, además de daros recomendaciones y pautas para trabajar en casa.
Finalmente realizamos un seguimiento para verificar que todo sigue bien y resolver posibles dudas que puedan surgir.